Tertulia a cargo de las investigadoras Inés Moreno y Antonia Gutiérrez, del Departamento de Biología Celular, Genética y Fisiología de la Universidad de Málaga , celebrada el día 19 de noviembre de 2020.
El cerebro es un órgano que, al igual que los otros órganos de nuestro cuerpo, envejece con el paso de los años. Con la edad, el tamaño de nuestro cerebro disminuye, perdemos algunas neuronas, pero, sobre todo, perdemos muchas de las conexiones entre ellas lo que afecta negativamente a nuestra memoria y función cognitiva. Pero, ¿existe una fuente de la juventud para nuestro cerebro? En cierta medida los efectos del envejecimiento pueden ser contrarrestados adquiriendo un estilo de vida saludable. Por ejemplo, una dieta sana y equilibrada es fundamental para ralentizar el deterioro cerebral. También, mantener un buen sueño reparador diario favorece nuestra función neuronal. El ejercicio regular y la actividad física, tanto del cuerpo como de la mente son claves para disminuir los efectos del envejecimiento.
Además, poseer un nivel educativo alto o mantener una actividad intelectual rutinaria, como leer, estudiar o aprender nuevas habilidades reduce el riesgo de desarrollar demencia asociada con la edad.
Es importante controlar los factores de riesgos relacionados con enfermedades crónicas, como la diabetes o la hipertensión, altamente prevalentes en personas de edad avanzada. En resumen, la clave para mantener un cerebro sano y joven es mantener una dieta sana, dormir las horas suficientes, evitar el consumo en exceso de alcohol, nada de tabaco ni estrés y realizar ejercicio moderado, además de evitar el desarrollo de otras enfermedades o, al menos, mantenerlas bajo control.