Un estudio de la UMA analiza las variedades del español utilizadas en la traducción editorial y audiovisual
Examina los retos que supone traducir la producción literaria, de cine y de televisión para que sea admisible para todos los receptores de los países hispánicos
Investigadores de la Universidad de Málaga, liderados por el profesor Juan Jesús Zaro, han concluido un estudio sobre el uso de las variedades del español en la traducción editorial y audiovisual en el marco del proyecto de investigación «Políticas editoriales en torno al español como lengua de traducción en España y América», financiado por la Consejería de Transformación Económica, Industria, Conocimiento y Universidades de la Junta de Andalucía.
Entre los resultados de este proyecto, se encuentra el libro Las variedades del español en la traducción editorial y audiovisual. Políticas, tendencias y retos, editado por los profesores María José Hernández, David Marín y Marcos Rodríguez, del Departamento de Traducción e Interpretación de la UMA. Una obra que aporta propuestas a la compleja ecuación que supone traducir todo tipo de productos, incluidos los culturales, a un español admisible para los receptores de los países hispánicos.
De acuerdo con el último informe del Instituto Cervantes sobre la presencia del español a nivel global, más de 496 millones de personas tienen el español como lengua materna y cerca de 600 millones son sus hablantes potenciales en el mundo. Este elevado número de usuarios y su amplitud geográfica explican la existencia de distintas variedades lingüísticas, hecho que repercute en el español utilizado como lengua de traducción.
Desde hace unas décadas, el español de las traducciones realizadas en España y exportadas a países de Latinoamérica ha sido objeto de críticas constantes que, según los expertos, "lo tachan, a veces, de incomprensible o excesivamente sujeto a la fraseología del español peninsular”. En este contexto, algunos países hispanohablantes americanos, especialmente Argentina y México, reivindican el uso de sus variedades nacionales o, en último término, de una variedad “americana” general.
Este estudio se ha centrado en analizar el papel del español como lengua de traducción, tanto en la edición de libros como en la traducción audiovisual, campo de investigación este último que, como señalan los responsables de este análisis, "ha recibido escasa atención científica por parte de los Estudios de Traducción en España y Latinoamérica". Los investigadores participantes, principalmente de la UMA, pero también de otras universidades españolas y latinoamericanas (argentinas, chilenas y mexicanas), han estudiado el empleo de variedades diatópicas en obras traducidas al español publicadas en el ámbito hispanohablante y a su vez han trazado las políticas de las editoriales españolas y latinoamericanas con respecto a la lengua de traducción.
Asimismo, en el ámbito de la traducción audiovisual, han analizado el surgimiento y la implantación del denominado español “neutro” como modelo de lengua unívoco para la distribución de productos audiovisuales y multimedia en el continente americano y su convivencia con otras variedades del español.
Según sus autores, las conclusiones de este estudio muestran que, en el sector editorial, con un mercado globalizado y sometido a un fuerte proceso de concentración de empresas, las decisiones acerca de la variedad de lengua utilizada para una traducción las toman los responsables editoriales: bien por el hecho de encargar la traducción a determinados traductores; o bien estableciendo unas normas editoriales de corrección, encargando varias traducciones según los mercados o interviniendo en la traducción para «localizarla» y adaptarla a diferentes regiones. En el ámbito audiovisual, el desarrollo exponencial de la producción, distribución y consumo de productos audiovisuales y multimedia a través de las diversas plataformas (televisión, cine, Internet, dispositivos móviles, etc.) ha derivado en el uso de dos variedades para las traducciones en el mundo hispanohablante: el español peninsular y el español neutro latino.