El Network Information and Computer Security Lab (NICS), integrado en el grupo GISUM de la UMA, colabora en un proyecto europeo destinado a sentar las bases de la red del futuro en materia de seguridad.
Es difícil conocer hacia dónde evoluciona un medio tan dinámico y heterogéneo como es internet. La red de redes se ha convertido en esta última década en un consolidado canal para el acceso y el intercambio de conocimiento. Una comunicación que lejos de ser exclusivamente académica o informativa, otorga un importante espacio a las relaciones personales y cotidianas con el uso de las redes sociales.
En este punto, las últimas políticas europeas al respecto han hecho hincapié en la seguridad. La red del futuro, que se ha venido a llamar la “Internet de los objetos”, protagoniza actualmente varios estudios a nivel continental. Se trata, según la propia Comisión Europea, “de un medio de interacción de máquinas, vehículos, aparatos, sensores y otros dispositivos” que en los próximos años serán gestionados por sus propietarios desde cualquier lugar. Tanto es así que se estima que en menos de diez años el número de objetos conectados a la red –actualmente 2.000 millones– se multiplique por 300.
En la Universidad de Málaga (UMA), el Network Information and Computer Security Lab (NICS), dirigido por el catedrático del departamento de Lenguajes y Ciencias de la Computación, Javier López, e integrado en el grupo GISUM, trabaja como participante en un proyecto europeo sobre estos avances. La investigación, englobada en el séptimo Programa Marco, tiene por objetivo crear una red de expertos y poner en contacto a todas las comunidades de ingeniería del software, de servicios y de seguridad. The Network of Excellence on Engineering Secure Future Software Services and Systems (NESSoS) nace como respuesta conjunta al poco camino que hasta el momento se había recorrido de forma común en esta área.
“Lo que se intenta es que desde que se conciba una aplicación se piense en seguridad”, explica Carmen Fernández, investigadora del grupo NICS. Desde la UMA se ha realizado una hoja de ruta de cómo debería ser la investigación en el área del software seguro, además de identificar qué grupos a nivel mundial trabajan en este campo. “Estamos trabajando, añade Fernández, para que Europa tenga su propio camino aunque sin ir muy lejos del que se sigue en EE.UU., así evitaremos problemas con los estándares”.
En concreto, la principal finalidad es incluir y reforzar de forma progresiva los conceptos de “confianza” y “reputación” en todo tipo de aplicaciones. “Tú te proteges cuando te instalas un antivirus, pero únicamente te defiende ante lo que puede acceder a tu ordenador, en el caso de la interacción con otros usuarios no llegas a saber quién puede haber al otro lado y, mucho menos, cómo se va a comportar”, explica esta investigadora.
Lo anterior, en parte, se traduce en buscar mecanismos que faciliten la toma de decisiones sobre si podemos o no interactuar con según qué sujetos. “Para ello, defiende la investigadora del grupo NICS, es necesario además centrar los esfuerzos en la alfabetización de los usuarios; se ha de saber que cuando todo este interconectado, seguramente no nos interese que todos nuestros ‘amigos’ sepan, por ejemplo, que llevamos un mes fuera de casa”.
Esto se encuentra directamente en conexión con otro de los objetivos en los que participa la UMA: el apartado de integración, para el que han diseñado un calendario de jornadas con la intención de fijar criterios y aunar políticas de investigación en materia de seguridad informática.
El proyecto NESSoS, en el que colaboran empresas, fundaciones y universidades de España, Bélgica, Francia, Italia, Noruega, Suiza y Alemania; está financiado con 3,8 millones de euros y tiene prevista su finalización en 2014.