La seguridad se ha vuelto en una pieza clave en las fronteras y aeropuertos de cualquier país. El 11-S fue el punto de partida de numerosas propuestas e investigaciones en Estados Unidos para mejorar los sistemas de control de pasajeros. En Europa este proceso de renovación se ha ido dilatando hasta finales de 2007, cuando nace en España el proyecto IDENTICA.
De la mano del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio, a través de la colaboración de una decena de empresas especializadas en seguridad electrónica y varias universidades, esta iniciativa se convierte en la mayor apuesta por la identificación personal en todo el continente.
Una de las universidades participantes es la Universidad de Málaga (UMA). El grupo del doctor Javier López Muñoz, de la E.T.S. de Informática trabaja en la integración y la seguridad de la tecnología RFID (Radio Frequency Identification) en la documentación personal. Datos, imágenes e incluso la voz se podrán aplicar a este nuevo sistema de seguridad.
El objetivo es facilitar el proceso de identificación de personas y la gestión de la seguridad en las fronteras, por lo que se desarrollará una plataforma basada en el uso de imágenes, técnicas biométricas (reconocimiento de voz, huellas y rasgos faciales) y otros procedimientos de verificación documental. De este modo, las autoridades podrán detectar de forma rápida y automática los documentos falsos o manipulados, colaborando así en la lucha contra la inmigración ilegal y el terrorismo.
Una vez probado y aprobado el sistema, se mejorará en la privacidad y seguridad de los datos. Un ejemplo de ello son los mecanismos de control de acceso a la memoria de los pasaportes basados en biometría, que permitirán que los pasaportes sean consultados únicamente por lectores legítimos. Además, los mecanismos de seguridad garantizarán la confidencialidad e integridad de la información transferida. De esta forma la información que llevamos con nosotros irá a buen recaudo, sin miedo a posibles plagios, utilización ilícita o duplicado documentos.
En un principio se pretende instalar en la red aeroportuaria de AENA con futuras versiones de documentación personal electrónica del tipo del DNI electrónico o el pasaporte digital. Este último ya incorpora la tecnología RFID, es decir, la identificación a través de radiofrecuencia, la cual será responsable en los próximos años de dar soporte a este nuevo sistema. El método consistirá en verificar la autenticidad de la documentación personal y la identidad del individuo, pero esta vez, mucho más rápido, seguro y de una forma automática, gracias a la información digital que proporciona de forma inalámbrica esta tecnología.
Según Pablo Nájera Fernández, integrante del grupo malagueño que trabaja en este proyecto, “debido al diseño de los mecanismos de seguridad existentes en los pasaportes actuales, bajo ciertas condiciones, es posible realizar un ataque que recupere su clave de acceso en cuestión de horas. A partir de aquí, el malhechor puede obtener de manera directa los datos personales del individuo así como su foto oficial sin tener siquiera visión directa del pasaporte” . La causa es que las claves de acceso se derivan a partir de datos básicos del pasaporte y su propietario (fecha de nacimiento, número de pasaporte y fecha de caducidad), lo que facilita la labor del delincuente.
La misión del grupo malagueño, para la que cuentan con una subvención de más de 39 mil euros, consiste en definir una infraestructura adecuada para la gestión de este tipo de claves. Con este nuevo soporte “se conseguirá emplear claves con un nivel de entropía - desorden - muy elevado, lo que se traduce en un nivel de seguridad mucho mayor”. Al mismo tiempo “se emplearán parámetros biométricos como la huella dactilar, el iris o la misma voz para la definición de nuevos mecanismos de acceso a la memoria del pasaporte”, explica Nájera.
Además de la UMA, en el proyecto, que concluye en 2009, colaboran otras siete universidades nacionales y varias empresas del sector coordinadas por la empresa tecnológica TELVENT.