La especie, conocida como tigre de tasmania y desaparecida a comienzos del siglo pasado, no cazaba como los carnívoros actuales.
El investigador de la Universidad de Málaga, Borja Figueirido, junto con la catedrática de Biología Evolutiva en la Universidad de Brown, Christine Manis; ha presentado un estudio sobre la anatomía del icónico lobo marsupial, también conocido como tigre de Tasmania.
Se trata de una especie emblemática no sólo por su extinción reciente, causada por el ser humano en la isla de Tasmania a comienzos del siglo pasado, sino también por constituir un ejemplo clásico de semejanza o convergencia evolutiva con los carnívoros actuales.
El estudio, sin embargo, basado en el análisis de la anatomía de la articulación del codo del lobo marsupial, muestra como esta especie difiere de los carnívoros de hoy. Concretamente, los investigadores han revelado que su articulación no estaba modificada en el mismo sentido que en los carnívoros actuales que se valen de una carrera prolongada para dar caza a sus presas.
Por el contrario, el lobo marsupial retuvo la condición anatómica ancestral típica de los cazadores por emboscada actuales, como tigres o leones.
Por ello, los autores proponen que el nombre común tigre de Tasmania podría ser más apropiado que el de lobo marsupial. Asimismo, los resultados plantean dudas sobre si la competencia ecológica con los dingos, perros asilvestrados del continente australiano introducidos por los aborígenes, fue la principal causa de su extinción en la Australia continental.
El trabajo ha sido publicado recientemente en la prestigiosa revista Biology letters y la cadena británica BBC se ha hecho eco de sus contenidos.
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