Evalúan la validez de los parámetros de actividad física que emplean diferentes monitores portátiles

Los investigadores Daniel Mayorga Vega e Iván López Fernández, pertenecientes a la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Málaga, han participado en un estudio que examina los parámetros de actividad física de los dispositivos portátiles más utilizados por la población adolescente andaluza.

Bajo la dirección de Jesús Viciana Ramírez, de la Universidad de Granada, este proyecto también ha reunido a profesionales de otras universidades: Santiago Guijarro, de la Universidad de Valladolid; y Carolina Casado, Juan Carlos de la Cruz e Ignacio Martín, de la Universidad de Granada.

Para realizar el estudio, se han evaluado marcas líderes, como Samsung, Xiaomi o Apple, y los dos sistemas operativos más comunes, Android e iOS, presentes en pulseras, relojes inteligentes y aplicaciones móviles. De este modo, han formado parte del análisis los siguientes dispositivos y apps, que contemplan la estimación de pasos y actividad física de los usuarios: los relojes Samsung Galaxy Watch Active 2 y Apple Watch Series 5, la pulsera Xiaomi Mi Band 5 y diversas aplicaciones de móviles (Pedometer y Pacer para Android e iPhone, así como Google Fit para Android y Apple Health para móviles iPhone).

Estudiantes de secundaria

En concreto, la muestra ha estado formada por 107 estudiantes de secundaria, con 52 chicas y 55 chicos, con una media de 14 años, aproximadamente, que llevaron a cabo dos estudios: un primer estudio donde realizaron un recorrido de 200 metros en cuatro condiciones diferentes, mientras utilizaban estos dispositivos; y un segundo estudio donde usaron los tres monitores a lo largo de un día.

Según uno de los investigadores implicados en el proyecto, “la investigación ha recogido varios estudios: un estudio de síntesis y metaanálisis, un estudio de validez en condiciones de vida libre (o actividades de la vida cotidiana) y un último estudio de validez en condiciones estructuradas (es decir, en un circuito controlado)”, expone Iván López Fernández, del Departamento de Didáctica de las Lenguas, las Artes y el Deporte de la UMA. Además, el investigador señala la importancia que poseen estos hallazgos en torno a “la aplicación práctica para el profesorado de Educación Física y hacia los usuarios de monitores portátiles de fitness en general, que son gran parte de la población española”.

La cantidad de actividad física y los niveles de intensidad

Los resultados muestran que estos dispositivos son válidos para estimar el número de pasos que han dado los adolescentes tanto en vida libre como en circuito controlado (cantidad de actividad física), así como para comprobar el cumplimiento de las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (10.000 pasos/día). En ocasiones, incluso, la investigación revela que los monitores más simples y económicos son más exactos que otros de mayor presupuesto en algunas variables o condiciones estudiadas; por ejemplo, en el caso de los pasos efectuados en condiciones de vida libre.

Por otro lado, estos dispositivos no resultan tan útiles “para determinar los diferentes niveles de intensidad en la práctica de actividad física (ligera, moderada o vigorosa), si bien el Apple Watch mostró una validez aceptable para el cumplimiento o incumplimiento de las recomendaciones de actividad física diaria”, matiza López Fernández. De hecho, los investigadores aconsejan tomar los datos que aportan como simples indicadores de la práctica de la actividad física, aunque a veces la exactitud sea menor, como en el caso de la medición de la intensidad de ejercicio.

El fomento de la salud escolar

No obstante, como ya se comprobó en el estudio previo de revisión, estos monitores portátiles sí son efectivos para combatir el sedentarismo y contribuir a que la población cambie sus hábitos de actividad física, tal y como argumentan los impulsores del proyecto: “Aconsejamos, encarecidamente, el uso de estos monitores portátiles de medición de actividad física por su efectividad para promover una conducta más activa. Como producto de nuestro proyecto, se abre un interesante campo de fomento de la salud de los escolares a través de los docentes de Educación Física”, afirma Daniel Mayorga Vega. En este sentido, el investigador apunta a que esta línea de investigación, iniciada con el proyecto WearFit, tendrá su continuidad en el denominado “proyecto School-Fit”.