Este mes la 'Ventana a la Ciencia' acoge la actividad 'La apicultura: una ganadería peculiar y necesaria" para acercar al público el trabajo y la investigación en este campo.
Foto de portada: Parque de las Ciencias.
Pican, sí, pero son muy necesarias. Suele ser común oír hablar de las abejas cuando son molestas, pero no lo es tanto cuando se trata de describir la relevancia que tiene su actividad polinizadora en el medio ambiente. De hecho el 80 por ciento de los cultivos que consumimos dependen directamente de la labor de estos insectos.
En el Parque de las Ciencias de Granada se ha inaugurado el espacio ‘La apicultura: una ganadería peculiar y necesaria’, enmarcado en la iniciativa Ventana a la Ciencia, y tutelado por el Centro de Referencia Apícola de Andalucía de la Universidad de Córdoba (CERA). En él se muestran hasta el 13 de diciembre los aspectos más conocidos de esta disciplina para, de esta forma, concienciar a la ciudadanía de la importancia de esta ganadería en la agricultura y la reforestación de zonas naturales. Precisamente, en el acto de presentación, Ángel Díaz, representante de Apicultura de la COAG, subrayó que “la polinización es de las actividades más importantes que hay que mantener” y agradeció, en este sentido, la aportación de los científicos en este área representados en esta ocasión por Francisco Puerta, director de CERA.
Para ver y conocer en vivo esta actividad han trasladado hasta el museo una pequeña colmena en la que se observa la cría, el proceso de polinización, la producción de la miel y cómo se organiza todo ello. El instrumental necesario para trabajar con las abejas y el proceso de extracción de la miel también están presentes en la muestra a través de distintos elementos expositivos como un traje de apicultor o panales de miel.
Además, y para apreciar de cerca los secretos de la miel, se ha puesto en marcha un taller de cata en el que enseñarán a los visitantes a diferenciar el polen del que procede por medio de su sabor, su color y su textura. La medición del PH y de su conductividad permitirá determinar la calidad, y la humedad, la concentración y el color, para distinguir si se trata de miel de azahar, de romero, de eucalipto, de sierra o de bosque.
Medio millón de colmenas en Andalucía
Pero los productos de la apicultura no son el único eje de esta exposición. En ella también pueden conocerse algunas de las líneas de investigación en las que está trabajando actualmente el CERA, como el estudio las causas que están provocando el síndrome de despoblamiento de las colmenas. Se trata de un trabajo científico aplicado a una necesidad social en un sector que cuenta en Andalucía con más de medio millón de colmenas y del que viven 3.000 familias.
Su actividad no sólo influye en los cultivos. La producción de uno de cada tres alimentos humanos también está condicionada, en mayor o menor grado, por estos insectos. Por otro lado, y en cuanto a su labor medioambiental, las abejas son los mejores reforestadotes del bosque mediterráneo por su papel en la polinización natural de plantas como la abulaga, el brezo o la lavanda.
Durante un año, grupos de investigación de las nueve universidades andaluzas se instalarán en este espacio del museo para mostrar algunas de las líneas de investigación e innovación en las que trabajan, acercar dicha actividad a la sociedad, fomentar las vocaciones científicas y concienciar de la importancia de la I+D+i en una sociedad moderna, sostenible y democrática.
El proyecto está financiado por la Consejería de Innovación, Ciencia y Empresa y en colaboración con las nueve universidades andaluzas, que durante el curso académico 2009-2010 abrirán sus laboratorios en el museo. Por su parte, ya en 2010, la Universidad de Málaga estará presente en esta iniciativa del 9 de abril al 9 de mayo con la ventana ‘Los nuevos esclavos cibernéticos’, organizada por su departamento de Ingeniería de Sistemas y Automática.