Los visitantes de esta nueva ventana a la ciencia aprenderán a rescatar los restos de la basura, analizarlos, medirlos, reconstruir el animal al que pertenecen y estudiar la evolución que han experimentado a través de los años. La muestra prodrá verse en el Parque de las Ciencias de Granada hasta el próximo 17 de enero.
El pasado de las civilizaciones también está escrito en sus basuras. En los restos y desperdicios que dejaron se pueden analizar sus costumbres, sus creencias, cómo era su alimentación, así como conocer las características del entorno natural y la fauna que lo habitaba. Y precisamente eso, leer la huella del hombre en el patrimonio denostado que es la basura y reconstruir cómo era la vida cotidiana de algunas poblaciones hace 8.000 años es uno de los trabajos que desarrolla el grupo de investigación Paleobiología, Bioestratinomía y Tafonomía de la Universidad Pablo Olavide de Sevilla, dirigido por la profesora Eloísa Bernáldez.
Para mostrar cómo hacen su trabajo, cuáles son los principales resultados que han obtenido hasta ahora y por qué es tan importante el estudio de la paleobasura en una investigación arqueológica, el equipo de investigadores ha trasladado durante unos días su laboratorio al Hall del Parque de las Ciencias.
El museo abre una nueva ventana a la ciencia de las universidades andaluzas para acercar al público algunos de los proyectos de investigación más importantes que se están desarrollando en la comunidad autónoma. Como en las anteriores propuestas, esta nueva muestra, que se presenta bajo el título de ‘La historia bajo tus pies', tiene un espacio eminentemente práctico para que los visitantes se conviertan por unos minutos en científicos y conozcan en vivo el instrumental con el que trabajan, los estudios que deben realizar y las dificultades de algunos análisis. Para ello, en esta ventana se exponen tres dioramas: la reconstrucción del basurero de una excavación, un ciervo muerto tras ser atacado por un jabalí y otro que recrea la formación de una playa.
En el primero se aprenderá a realizar el proceso de investigación de principio a fin, desde que se extraen los huesos, se limpian, se miden e identifican hasta que se reconstruyen para averiguar el animal al que pertenecen y se analizan los cambios que ha experimentado esa especie desde entonces hasta la actualidad. Y es que la basura también es una fuente de información fiable para estudiar la paleohuella ecológica del hombre y establecer cómo su comportamiento y forma de vida ha influido en su entorno y al contrario, como éste ha influido en el desarrollo y evolución del hombre. Esta es otra de las líneas de trabajo que el grupo desarrolla en la actualidad.
Además de la reconstrucción, en la ventana también se muestra cómo se analiza el ADN de restos que tienen más de 8.000 años y la dificultad que entraña este proceso.
Otra de las actividades que se propone al público es el análisis de las conchas que estarán enterradas en el diorama de la playa. Se podrán medir y estudiar para determinar la familia y especie a la que pertenecen utilizando el instrumental de laboratorio que el grupo ha trasladado hasta el Parque de las Ciencias.
Un cómic diseñado especialmente para esta ventana, en el que se narra la historia desde la actualidad hasta hace 8.000 años gracias al análisis de las basuras, un video sobre el proceso de análisis de ADN y un juego de espejos en el que se trata de transmitir que la huella del pasado más importante está en nosotros mismos completan esta ventana, que podrá verse en el Hall del museo hasta el próximo 17 de enero.
La ventana a la ciencia es un espacio transparente abierto a la actualidad de la ciencia y la tecnología, una forma de mostrar a la sociedad trabajos reales de investigación e innovación así como la actividad desarrollada en el sistema de I + D + i. Una ventana directa al conocimiento liderada por sus protagonistas.
Durante un año, grupos de investigación de las nueve universidades andaluzas se instalarán en este espacio del museo para mostrar algunas de las líneas de investigación e innovación en las que trabajan, acercar dicha actividad a la sociedad, fomentar las vocaciones científicas y concienciar de la importancia de la I+D+i en una sociedad moderna, sostenible y democrática.
El proyecto está financiado por la Consejería de Innovación, Ciencia y Empresa y desarrollado en colaboración con las nuevas universidades andaluzas, que durante el curso académico 2009-2010 abrirán sus laboratorios en el museo. La temática de estas ventanas será variada y abarcará todas las disciplinas científicas.