Investigadores de la eAM analizan el desarrollo urbanístico y arquitectónico de la costa malagueña
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17 enero 2011

Investigadores de la eAM analizan el desarrollo urbanístico y arquitectónico de la costa malagueña

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El grupo Al>Tour trabaja desde 2006 en el estudio del fenómeno turístico a través del urbanismo, la arquitectura y el paisaje, experiencia y resultados que han servido para editar el Atlas del Turismo de la Costa del Sol y la revista Turismo líquido.

La Costa del Sol presenta una amplia oferta turística y residencial que logra reunir en 140 kilómetros de litoral importantes núcleos de población. Cada uno de ellos con patrones sociales y económicos muy concretos.

Se plantea así para los teóricos de diferentes disciplinas como un gran laboratorio de particularidades, donde cada zona responde a criterios diferentes a la hora de plasmar una estrategia volcada en su mayoría en el sector servicios. Municipios en continuo crecimiento y con una población flotante que, en casos como el de Marbella, aumentan hasta un 30 por ciento el número de personas durante el verano.

En este sentido, y a tenor los datos, el prisma socioeconómico queda insuficiente para obtener un análisis profundo de esta costa. De hecho, son muchos los estudios que cada año se realizan sobre el contexto costasoleño y cada vez más tienen como protagonista el urbanismo y la arquitectura de hoy y la que está por venir.

En la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Málaga (eAM) trabaja Al>Tour, un grupo multidisciplinar dedicado al estudio del fenómeno turístico a través de la arquitectura, el urbanismo y el paisaje.

Investigadores de la eAM analizan el desarrollo urbanístico y arquitectónico de la costa malagueña
En la imagen, parte de los integrantes del grupo Al>Tour. /Uciencia

Desde 2006, este equipo compuesto por arquitectos y también por un geógrafo y una economista -dos áreas íntimamente relacionadas con la temática- trata de arrojar luz sobre los patrones arquitectónicos y urbanísticos implantados en la zona.

Una línea de investigación plasmada en trabajos como el centrado en las ‘Piezas mínimas del turismo’ y los precursores del próximo Atlas del Turismo de la Costa del Sol, recogidos, entre otros, en la publicación especializada Turismo líquido.

Las piezas mínimas de una zona responden a las unidades fundamentales para radiografiar el urbanismo de un territorio. En este caso se ha partido del hotel, de las infraestructuras marítimas turísticas y de los campos de golf como objetivos. Además, se ha enriquecido con la aportación de las tesis realizadas por los propios doctorandos de la eAM, que han contribuido a obtener conclusiones para confirmar evidencias como la concentración urbanística en los alrededores del hotel.

Un diseño urbanístico que, como asegura el geógrafo del equipo, Sergio Reyes, “se ha sustentado en patrones diferentes. Por un lado el modelo de ciudad industrial y el actual enfocado en la ciudad turística”. Por su parte,  la economía es fundamental para prever la viabilidad del propio proyecto urbanístico y de su desarrollo. María Dolores Sierra, economista, considera que no sólo se debe pensar en seguir creando espacios verdes o destinados al ocio, sino en cómo mantener las zonas ya construidas. “Estamos llegando a una situación donde competir es muy difícil y en la que se comienza a hablar de sobreoferta y de cambios de modelos en la estrategia turística”, afirma Carlos Jesús Rosa Jiménez, arquitecto y responsable del grupo Al>Tour.

Investigadores de la eAM analizan el desarrollo urbanístico y arquitectónico de la costa malagueña
Cartografía de los paraísos pagados que ofrecen las piezas hoteleras de primera línea de playa en Torremolinos. /Al>Tour

Con ello enlaza la edición del futuro Atlas del Turismo de la Costa del Sol. Un atlas destinado, no tanto a mostrar la descripción física de un territorio, sino a rescatar las realidades que suceden en éste. Ejemplo de ello son las colonias extranjeras o datos tan significativos como los metros construidos de piscina, más de los que dispone de playa este litoral.

El Atlas, realizado con modernas técnicas cartográficas, pone de manifiesto que el modelo está cambiando, más aún en un contexto influido por la crisis inmobiliaria. Una apuesta que se aleja de las que proponen otros imanes turísticos del país, como Alicante o Canarias, con mayor peso del resort o complejo de sol y playa.

Otras las características que incluye este trabajo son los mapas del tiempo. Para Rosa Jiménez, “hoy día la distancia ya no se mide en kilómetros sino en tiempo”, por lo que la definición de la movilidad cobra aún más importancia en una zona tan intercomunicada como es el sur de España.

Asimismo, estudios relacionados con la creación de dicho Atlas, y con otras investigación afines, se han logrado recopilar en Turismo líquidoUna publicación que ha contado con la colaboración de Ricard Pie, doctor y arquitecto de la Universidad Politécnica de Cataluña, y de varios de sus doctorandos, y que, según destaca la arquitecta Belén Nogueira, “reflexiona sobre las particularidades de la ciudad del turismo de masas y su arquitectura”.

En definitiva, la conexión entre lo que se construye, dónde, cómo y quién lo disfruta es directa e influye negativa o positivamente en el devenir de un sector, en muchos casos, indispensable para el desarrollo de Málaga y su costa.

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