Un estudio, en el que investigadores de la Universidad de Málaga han analizado el impacto de este tipo de planes en los estudiantes de la institución, pone de manifiesto la eficacia de la formación orientada a la creación de empresas.
Valores como la creatividad, el grado de independencia, la aceptación del riesgo o las ventajas y desventajas para ser empresario son clave a la hora de medir la voluntad emprendedora de cualquier sujeto, y por ello, parte de las cuestiones que se han tenido en cuenta en este estudio en el que han participado casi 400 estudiantes de la institución malagueña.
El trabajo, titulado “Impact of entrepreneurship programmes on university students” y publicado en la revista Education & Trainning, ha puesto el foco en conocer la percepción del emprendimiento por parte del alumnado junto a su orientación al emprendimiento a medio plazo. La doctora Patricia Iglesias, investigadora del Departamento de Economía y Administración de Empresas y una de las responsables de este trabajo, señala que la predisposición a emprender detectada en el alumnado tras el análisis de los resultados es moderada. “Sobre todo, añade, la mayoría percibe riesgo y muchas dudas sobre sus habilidades para afrontar la creación de un negocio”.
Para Iglesias lo que también constata el estudio es que los Programas de Educación para el Emprendimiento “influyen en el nivel de intención emprendedora de los estudiantes universitarios, lo que nos lleva a proponer el emprendimiento como una competencia transversal en el plan de estudios de cualquier titulación y que debería ir acompañada de una formación más específica en cuanto a creación de empresas”.
En este sentido, en una escala del 1 al 7 —donde 1 es muy en desacuerdo y 7 muy de acuerdo— a la cuestión de si emprendería si tienen la oportunidad y los recursos necesarios, la media de respuestas se situó en el 5,41 de la escala. Similar a la influencia ejercida por familia, amigos y compañeros en la actitud emprendedora, con una media de 5.41; algo superior a la puntuación obtenida en las opiniones acerca de la satisfacción que aporta emprender, que alcanza el 5,35.
Dados los resultados, aunque se detecta ánimo emprendedor en la comunidad estudiantil, los investigadores abogan por diseñar programas de entrenamiento específicos también para el profesorado. “De esta forma, señala el estudio, se conseguiría que se mejoraran las competencias de este colectivo para hacer más efectiva la transmisión de conocimientos teóricos, y en especial, los prácticos en este tipo de asignaturas. Con ello se aportaría al alumnado valores como la negociación, la comunicación el liderazgo y el trabajo en equipo”.
En cuanto a la percepción personal a la hora de afrontar el emprendimiento, la conclusión a la que llegan los expertos es que, en términos generales, los estudiantes de la Universidad de Málaga no se consideran preparados para convertirse en empresarios y llevar a cabo tareas como un plan de negocio, definir un proyecto o definir la hoja de ruta a seguir para crear una empresa. “El motivo, argumentan los investigadores, puede ser la aversión al riesgo y el miedo al fracaso presente a día de hoy en el país, junto a la ya mencionada falta de integración de este tipo de formación en los planes de educación”. Datos que arrojan cuestiones como el conocimiento de la práctica para iniciar un negocio (3,51) y del plan de negocio (3,63) así lo demuestran.
El objetivo particular del estudio es demostrar que estos programas tienen un impacto positivo en la intención de emprender. De hecho, la diferencia en esta intención está en casi un punto entre los alumnos que ya han recibido formación relacionada con el emprendimiento (4,7) y los que no (3,8). De ahí que los responsables de este análisis recomienden que los Programas de Educación para el Emprendimiento se extiendan también a otras carreras con menor orientación empresarial y que además las asignaturas no queden limitadas al último año, sino que se integren a lo largo de la totalidad de cursos que comprenda el grado.
Los expertos, entre los que también se encuentran los doctores Antonio Peñafiel, director del Servicio de Cooperación Empresarial y Promoción del Empleo; Carmen Jambrino, del Departamento de Economía y Administración de Empresas; y Husam Kokash, de la Escuela de Negocios de la Prince Sultan University de Riyadh (Arabia Saudí); apuestan además por realizar periódicamente este estudio dentro de la institución. “En el caso de la Universidad de Málaga, proponen en el artículo, es muy recomendable continuar pulsando la opinión del alumnado sobre el emprendimiento, sobre todo después de la incorporación de ciertas asignaturas orientadas a este ámbito; de esta forma podemos valorar la influencia de la formación específica en el estudiante”.
Más información
Patricia Iglesias, Carmen Jambrino, Antonio Peñafiel y Husam Kokash (2016) ‘Impact of entrepreneurship programmes on university students’, Education + Training, 58(2), pp. 209–228. Disponible en línea: http://dx.doi.org/10.1108/et-01-2015-0004