Memoria de ferrita

Se trata de una memoria construida a partir de anillos de ferrita. Dicho material contiene una gran cantidad de partículas de óxido de hierro, lo que hace que el anillo sea fácilmente magnetizable. Son capaces de mantener dicha magnetización durante largos períodos de tiempo. Para actuar sobre la magnetización del anillo, basta con aplicar una corriente eléctrica a el hilo conductor que la atraviesa, quedando el anillo magnetizado en función del sentido de la corriente que se aplicó. Es el sentido de dicha magnetización el que determina el valor que se almacena en el anillo, pudiendo variar éste entre el 0 o el 1.

Para visualizar el valor almacenado en cada uno de los anillos será necesario el uso de un segundo hilo que atraviese dicho anillo. La lectura se realizará aplicando una corriente por el hilo de escritura que establezca el valor de la bobina a 0. Esta acción provocará la creación de una corriente por el hilo de lectura dependiendo de si el campo de la bobina ha cambiado de sentido o no, permitiendo saber de esta forma el valor que había almacenado en el anillo. Esta reescritura conlleva la pérdida del valor que se almacenaba en el anillo, por lo que es necesario reescribir los valores de la memoria una vez acabada la lectura.

Las memorias de ferrita estaban compuestas por matrices de los anillos anteriormente descritos, siguiendo una disposición especial que minimizaba la longitud de los cables usados y el espacio utilizado. Fueron ampliamente usadas entre 1953 y 1970, hasta que fueron sustituidas por las memorias de semiconductores.