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Carlos Caro Salazar

Carlos Caro Salazar

Fundación Andaluza Progreso y Salud / Instituto de Investigación Biomédica de Málaga y Plataforma en Nanomedicina (IBIMA-Plataforma BIONAND)
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Sobre mí

Licenciado en Ciencias Ambientales por la Universidad Pablo de Olavide (2001 2006). Previamente, en 2005 se incorporó al departamento de física-química como alumno interno, realizando en 2006 su trabajo final de carrera bajo la supervisión del Dr. José Antonio Mejías y la Dra. Paula Zaderenko.

A finales de 2006 inició su tesis doctoral, basada en el desarrollo de sensores plasmónicos, utilizando el efecto SERS. A lo largo de su doctorado, pasó tres meses en el Instituto Van't Hoff de Ciencias Moleculares (Ámsterdam) para desarrollar nuevos y más eficientes catalizadores para la conversión de etanol. En junio de 2012 obtuvo el doctorado en Biotecnología y Tecnología Química.

Posteriormente, en noviembre de 2012, se incorporó como investigador postdoctoral al grupo liderado por el Dr. Ricardo Franco en la Universidade Nova de Lisboa. En este período, estudió la interacción de nanopartículas plasmónicas con proteínas. Después de un año trabajando en Lisboa, volvió al laboratorio de la Dr. Zaderenko para desarrollar nuevos nanovehículos para tratamientos contra el cáncer.

En abril de 2014 se incorporó al Instituto de Nanociencia y Nanotecnología (ICN2) de la Universitat Autònoma de Barcelona como investigador postdoctoral, para desarrollar sensores ópticos para discriminar casos positivos en diferentes enfermedades.

Tras esta segunda estancia postdoctoral, se incorporó al Centro Andaluz de Biología Molecular y Medicina Regenerativa (CABIMER) y al Instituto de Investigaciones Químicas (IIQ) de Sevilla como investigador postdoctoral visitante. En estos laboratorios realizó síntesis de materiales plasmónicos y/o magnéticos; y su funcionalización con ligandos orgánicos PEGilados, así como, evaluación de su efecto en cultivos celulares (líneas sanas y cancerosas). Tras esta corta etapa en Sevilla, en 2016 se incorpora como investigador postdoctoral del grupo liderado por la Dra. María Luisa García Martín en el Centro Andaluz de Nanomedicina y Biotecnología (BIONAND). En este período, el Dr. Caro ha desarrollado nuevos materiales magnetoplasmónicos para el teranóstico del cáncer en modelos animales.

Cabe mencionar que, a lo largo de su carrera científica, ha publicado 37 artículos (16 como primer autor y 6 como autor de correspondencia), tres capítulos de libros y siete patentes. En cuanto a los artículos publicados, alrededor del 78% se encuentran en el Q1. Como indicadores de calidad destacan: índice h = 19, índice i10 = 28 y 1062 citas totales. Finalmente, el Dr. Caro está acreditado por la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (ANECA) como “Profesor Contratado Doctor” desde el 16/04/2020. Además, ha dirigido 2 trabajos finales de grado, 2 trabajos fin de máster y, actualmente, supervisa a un estudiante de doctorado.

Edad
41 años
Correo electrónico
Perfil en ORCID
Área de trabajo
Fundación Andaluza Progreso y Salud / Instituto de Investigación Biomédica de Málaga y Plataforma en Nanomedicina (IBIMA-Plataforma BIONAND)
Grupo de investigación
Biomedical Magnetic Resonance Laboratory (BMRL)
Líneas de investigación

Línea prioritaria 1: Desarrollo de Nanopartículas Multicomponentes para teranóstico tumoral.

  • Funcionalización de estas Nanopartículas Multicomponentes con moléculas para reconocimiento específico de dianas biológicas.
  • Funcionalización de estas Nanopartículas Multicomponentes con fármacos para incrementar su potencial terapéutico.

Línea prioritaria 2: Análisis metabólico tisular por Resonancia Magnética permitiendo la evaluación de la respuesta terapéutica de los tratamientos con nanoformulaciones.

Resultados destacables

Me gustaría destacar 2 tipos de resultados:

Los primeros, aquellos relacionados con el desarrollo de nuevas nanopartículas multicomponentes, con capacidades como agentes de contraste en varias técnicas de imagen clínica, y a la vez ser capaces de realizar terapias eficientes, principalmente por generación de calor mediante diferentes estímulos externos. Por lo tanto, en un futuro cercano, estas nanoplataformas serán capaces de realizar una aproximación clínica basada en “ver-tratar-ver”, es decir: 1) monitorizar por imagen, en tiempo real, la llegada de las nanoplataformas al tejido tumoral, lo que permite evaluar si se alcanza una acumulación eficiente en el tumor y, además, elegir el momento óptimo para la aplicación terapéutica, 2) optimización de la dosis de aplicación de la terapia y, 3) evaluación de la respuesta a la terapia a través de imágenes anatómicas/funcionales.

Por otro lado, resaltar los resultados que ponen de manifiesto, que por muy pequeñas que sean las nanopartículas, su acumulación pasiva en tumores está muy impedida (especialmente en tumores cerebrales), lo que limita de forma considerable alcanzar una dosis terapéutica, y por lo tanto, la comunidad científica nos tenemos que plantear seriamente alternativas, que dé lugar a aproximaciones de direccionamiento activo.

Institución
Fundación Andaluza Progreso y Salud
Vocación

Mi llegada a la ciencia fue un poco por casualidad. En 4º año de Ciencias Ambientales, mi profesor de Técnicas Avanzadas en Química nos habló un día en clase de la nanotecnología y sus aplicaciones para combatir el cáncer. Yo ya había leído cosas de nanotecnología y me interesaba, y concerté una tutoría con él. Después de esa reunión era alumno interno del departamento de Química-Física de la Universidad Pablo de Olavide, y desde ahí he recorrido un largo camino en este apasionante mundo.

La pregunta de por qué sigo aquí, nos la hemos hecho todos (o casi) los científicos y nuestras familias, ya que las condiciones, especialmente en España, no son las propicias para poder desarrollar una carrera científica de éxito y muchas veces te planteas tirar la toalla (ya sea irte a otro país a continuar o dejar la ciencia por completo). Sin embargo, los que hacen ciencia por vocación, entre los que por suerte me incluyo, lo hacen porque es lo que les gusta y no pesa ni la situación económica ni las largas y duras jornadas de trabajo. Además, cuando tienes un ambiente laboral satisfactorio, y tus supervisores son gente en las que confías (cosa que no es fácil de encontrar), como en mi caso con la Dra. García-Martín, pues te piensas mucho irte a otro país.

Deseo científico

A nivel global, que los científicos recuperemos parte del espíritu perdido, debido a la vorágine en la que nos encontramos, donde publicar es muchas veces más importante que el avance científico en sí mismo. Como decimos muchos de nosotros “publicar o morir”.

A nivel local/regional, sin duda que se incremente la inversión y se disminuya la burocracia para poder intentar hacer ciencia de verdad. Ahora mismo tenemos que pasar el día gestionando papeles de proyectos financiados, pero cuyos presupuestos son escasos. Esta situación tiene, por desgracia, consecuencias en los experimentos, por mucho que intentemos multiplicarnos los científicos.