El taller de performance está organizado en una sesión de 60 minutos, aunque se puede adaptar a otros formatos sin dificultad. Durante el taller usamos la performance, una disciplina artística en vivo, como pretexto para inculcar una serie de valores a los alumnos, con la finalidad principal de romper barreras entre ellos, favoreciendo la integración en el grupo y ayudando a corregir conflictos relacionales puntuales, con el objetivo final de prevenir el acoso escolar o bullying.
El taller de performance estará formado por un conjunto de recursos educativos (ejercicios prácticos) para corregir y prevenir el acoso escolar, de un modo creativo y ameno por parte de los asistentes. El objetivo de esta iniciativa es que este encuentro sea una experiencia enriquecedora, pero sin perder el componente lúdico, divertida a la par que educativa, para que les resulte una propuesta atractiva y participen. Queremos que se sientan cómodos y receptivos, para poder trabajar un tema tan complejo como el acoso escolar.
Para lograr estos objetivos, realizaremos una serie de ejercicios prácticos de arte en vivo (performance), para que los alumnos interactúen entre ellos. Crearemos un espacio seguro que les permita perder miedos, divertirse en grupo y ganar complicidad entre los participantes. Los alumnos, al representar nuevos “papeles” gracias a la performance, modifican los roles y dinámicas de grupo, lo que nos permitirá saltarnos algunas barreras, favoreciendo la inclusión y la convivencia con toda la clase. Todo enfocado al objetivo central que es la prevención del acoso escolar, ayudando, de paso, a corregir conflictos relacionales puntuales.
Cualquier niño o adolescente puede sufrir acoso escolar. No existe un perfil determinado ni de víctima ni de acosador. Pero si existen patrones, durante cualquier proceso de maltrato reiterado se produce el empoderamiento del victimario y una pérdida paulatina de la autoestima de la víctima, este desequilibrio es invertido durante el taller de performance. Los roles y las dinámicas de grupo cambian y se tejen puentes y puntos de encuentro entre alumnos que en su día a día no interactúan. Invalidando durante el taller, cualquier atisbo de exclusión social o estigmatización. Con los ejercicios de performance se crea un universo nuevo, con otras reglas sociales, evidentemente efímero, pero que puede sembrar una semilla positiva y servir de revulsivo para un cambio de actitud en el grupo.
En concreto, se trata de cuatro talleres dirigidos a alumnado de 1º a 4º de ESO (144 alumnos/as).