Desigualdad, la auténtica desconocida de la crisis
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09 julio 2010

Desigualdad, la auténtica desconocida de la crisis

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Desiguales. Mujeres y hombres en la crisis financiera, presentado en la Universidad de Málaga, defiende la tesis de la desigualdad entre hombres y mujeres como causa directa de la actual situación económica.

Cuando se habla de crisis la primera vara de medir que se utiliza es la estrictamente económica, con lo que se dejan de lado causas de índole social y cultural que, a pesar de su importancia, no suelen acaparar titulares ni protagonizar debate alguno.

En este sentido, la depresión financiera actual no pasa sólo por números y valores, factores como las políticas sociales y de igualdad son determinantes para determinar la profundidad de la situación. Muestra de ello es el libro Desiguales. Mujeres y hombres en la crisis financiera (Icaria, 2010), publicado por la doctora Lina Gálvez Muñoz, directora del Máster de Género e Igualdad de la Universidad de Sevilla y el catedrático de Economía Aplicada de esa misma universidad, Juan Torres López.

El título, prologado por José Luis Sampedro y presentado ayer en el Rectorado de la Universidad de Málaga, da a conocer una perspectiva hasta ahora escondida de la crisis. Una perspectiva cuyo peso recae en datos como el señalado por la propia autora, que revela que “sólo el 3 por ciento de los créditos que se conceden tienen como titular a una mujer. Por el contrario, el 85 por ciento de los créditos solicitados por ellas fue denegado”.

Desigualdad, la auténtica desconocida de la crisis
Presentación del libro 'Desiguales. Mujeres y hombres en la crisis financiera'. /Uciencia

El libro defiende la tesis de una economía eminentemente masculina, donde la mujer mantiene un discreto segundo plano y en el que su poder de decisión y participación es mínimo. “En el mundo financiero, sostiene Gálvez, hay un machismo imperante. Es cierto que hay más paro en los hombres, pero la precariedad de las mujeres es aún mayor”.

La mayoría de los países han optado por fuertes recortes presupuestarios relacionados directamente con políticas sociales. “Esto no hace sino incrementar la desigualdad entre hombres y mujeres y con ello frenar aún más el camino hacia la salida de la crisis financiera”, explica la autora. “De hecho, añade, estados con servicios públicos muy avanzados como Suecia han aprobado planes de inversión pública donde la cantidad para los hombres supera los 52.000 millones de euros y, para las mujeres, se alcanzan tímidamente los 17.000”.

Por su parte, Juan Torres abogó por una economía de “sensaciones y sentimientos” y no sólo de dinero. Según el catedrático los gobiernos deben vencer los escollos para aprobar y aplicar planes de igualdad: “No se puede seguir invisibilizando la decadencia de una gran parte de seres humanos”.

Desiguales. Mujeres y hombres en la crisis financiera revela que las mujeres, los jóvenes, los inmigrantes son los que padecen más la crisis. Sostiene que la especulación fomenta directamente que la concesión de créditos para grupos con renta baja y mujeres solteras se antoje una misión casi imposible. Como argumentan en su texto, la razón principal reside, no sólo en esa renta baja, sino en conceptos a menudo olvidados como los prejuicios de género, llave a la hora de confiar en la solvencia de hipotecados y posibles deudores.

Todo ello continúa  regando el árbol de la desigualdad en mitad de una crisis que según José Luis Sampedro pone de manifiesto que “un sistema que no se reinventa a sí mismo está agotado, y si no se reinventa es por que el dios del sistema es el dinero y los gobiernos no quieren molestar a los dueños de ese dios”.