El grupo ATIC de la Universidad de Málaga (UMA) ha desarrollado nuevos algoritmos computacionales que permiten detectar y corregir la posición de los dedos en el diapasón de la guitarra utilizando, simplemente, un ordenador con micrófono.
Foto de portada: El sistema desarrollado detecta con una gran fiabilidad tanto la secuencia de acordes interpretados, como la posición de los dedos en el diapasón de la guitarra. /ATIC
Ana María Barbancho Pérez / Dpto. de Ingeniería de Comunicaciones
¿Quién no ha desistido alguna vez de tocar un instrumento musical por falta de un profesor que le corrija los fallos?¿Puede un simple ordenador servir de profesor de música? El sistema desarrollado por el grupo ATIC de la UMA permite que una persona que quiera aprender a tocar la guitarra reciba indicaciones tal y como como lo haría un profesor in situ.
La guitarra es uno de los instrumentos más populares en la música occidental, utilizándose en géneros tales como blus, country, flamenco, jazz, pop y rock. Se trata de un instrumento asequible para el público en general porque permite una notación intuitiva en forma de tablaturas y tablas de acordes. Por ello es la elección preferida para muchos músicos profesionales y amateur, siendo estos últimos los que tienen mayores dificultades en su aprendizaje, al no contar en la mayoría de casos con un profesor. Es en este punto donde la capacidad de computación de los ordenadores, de la mano de las nuevas Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, las “TICs”, pone al alcance de los músicos dominar este instrumento.
Características del sistema
El sistema desarrollado detecta con una gran fiabilidad tanto la secuencia de acordes interpretados, como la posición de los dedos en el diapasón de la guitarra con la que se ha interpretado. En este sentido, la precisión alcanzada por los algoritmos desarrollados hace que se puedan integrar en numerosas aplicaciones: juegos de ordenador con contenido musical, sistemas de transcripción automática de música de guitarra, sistemas de acompañamiento automático de partituras y, por supuesto, herramientas de aprendizaje serio de guitarra.
Los acordes que detecta el sistema son todos los mayores, menores, mayores con séptima y menores con séptima, con sus correspondientes posiciones en el diapasón de la guitarra. Los acordes mayores y menores son los más sencillos y están compuestos por tres notas diferentes, mientras que los acordes mayores con séptima y menores con séptima están compuestos por cuatro notas diferentes, y en consecuencia con un grado de complejidad musical e interpretativo mayor.
El sistema desarrollado en la UMA supera con creces el funcionamiento de los sistemas genéricos de transcripción de acordes y utiliza un mayor número de tipos de acordes que estos. Además incluye la detección de 330 posiciones de la mano diferentes. Un alumno que quiera practicar utilizando este sistema, puede elegir entre dos modos de funcionamiento: el básico, orientado a practicar acordes y posiciones concretas, y el avanzado, en el que puede practicar canciones de distinta dificultad, así como incluir las canciones concretas con las que desee practicar.
Un software de estas características, se puede integrar en la docencia de música tanto para músicos que quieran aprender de manera autónoma, como para estudiantes de conservatorio. En el caso de estudiantes autónomos, les permite disponer de una herramienta que, a tiempo real, les corrige los fallos de notas y posición y, al mismo tiempo, le proporciona la progresión en el estudio. Para los estudiantes de conservatorio, por ejemplo, puede servir tanto de herramienta de estudio personal, como para que el profesor, en función de la progresión del alumno, recomiende al alumno ejercicios adaptados y supervise las horas de estudio y los resultados obtenidos.
Nuevos caminos para la investigación
La mejora que supone el sistema propuesto por el grupo ATIC, se basa, sobre todo, en el modelo musical y acústico que se ha desarrollado específicamente para la guitarra. Además, estos resultados abren nuevas vías de investigación, como el desarrollo de algoritmos de transcripción de acordes para instrumentos concretos, dado que queda patente la mejora que introducen respecto a los sistemas genéricos de transcripción.
Más información: Ana María Barbancho / Grupo ATIC | Email: abp@ic.uma.es, Articulos publicados en el IEEE (10.1109/TASL.2011.2174227, 10.1109/TASL.2012.2191281)