La Universidad de Málaga ha realizado un estudio que servirá para ayudar a los profesionales del sector de la automoción a diseñar e implementar las medidas adecuadas para su prevención.
Foto de portada: Los resultados de esta investigación reflejan la urgente necesidad de formar a los profesionales del sector automovilístico. /PIXABAY CREATIVE COMMONS
Las tecnologías emergentes en el ámbito automovilístico han traído consigo problemas de seguridad como resultado de la utilización de nuevos equipos y herramientas que suponen serios riesgos para los profesionales que no dispongan de las habilidades necesarias para su manejo. Aunque el sector del mantenimiento de vehículos afecta a una parte muy importante de la economía, hasta el momento se ha prestado poca atención a las condiciones de salud y seguridad de los trabajadores afectados, y los estudios existentes se han centrado en el riesgo provocado por la combustión convencional.
La investigación, “Comparative risk assessment of vehicle maintenance activities: Hybrid, battery electric, and hydrogen fuel cell cars”, publicada en International Journal of Industrial Ergonomics, llevada a cabo por los doctores de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Industrial, Antonio López, Juan Carlos Rubio, Manuel Suárez y Mª del Carmen Pardo, profesores del Departamento de Economía y Administración de Empresas, supone una novedad en los temas de seguridad derivados de la reparación de automóviles y sirve como punto de partida para lograr la optimización de los recursos existentes para la evaluación y la gestión de los riesgos laborales derivados de estas prácticas. Como explica López, “el rápido desarrollo de las tecnologías ha producido nuevos riesgos de salud y de seguridad como resultado de la utilización de nuevos equipos, ya que no son muchos los expertos familiarizados con la fabricación y la reparación de estos vehículos”.
Un problema en el sector, indica la investigación, se deriva del gran número de profesionales que han adquirido sus habilidades mecánicas mediante la experiencia práctica. La formación especializada de los mecánicos, así como el diseño de protocolos específicos para cada riesgo, constituyen una prioridad indiscutible entre las medidas a implementar. Por ejemplo, las soldaduras son uno de los factores de mayor riesgo entre los analizados: “Es necesario requerir diferentes habilidades y cualificación a los trabajadores, y que únicamente los profesionales autorizados con el entrenamiento adecuado puedan exponerse a un tipo de mantenimiento peligroso”, señala el investigador. Otros focos importantes de riesgo son la manipulación del cableado de alto voltaje, las soldaduras o el montaje de motores, destacando el contacto con amianto –todavía permitido en determinados países– como la actividad más peligrosa relacionada con el mantenimiento de vehículos.
En el trabajo, las actividades de mantenimiento de vehículos y sus riesgos fueron estadísticamente analizados. La metodología de la investigación incluyó la comparación de protocolos de mantenimiento de las diferentes ingenierías analizadas: híbrida, batería eléctrica o pila de hidrógeno. Estas actividades fueron identificadas por un panel de expertos del sector del automóvil, especializados en seguridad y salud laboral. Dependiendo de la frecuencia y la severidad, los riesgos fueron calculados para cada actividad de mantenimiento.
A pesar de la aparición de nuevos riesgos en los vehículos eléctricos, cabe señalar que las operaciones de mantenimiento del vehículo tradicional obtuvieron en las pruebas las puntuaciones más altas correspondientes con los mayores niveles de peligrosidad. Si bien esto no es determinante –ya que el estudio no recoge la exposición de los trabajadores en cada formato– para afirmar que esta tecnología sea menos segura que otras, sí podría significar, ante una exposición similar, un mayor riesgo adherido a las actividades relacionadas con los coches de pila de hidrógeno.
En definitiva, bien sea por el surgimiento o desarrollo de nuevas tecnologías, o bien por los riesgos poco conocidos de prácticas convencionales, los resultados de esta investigación reflejan la urgente necesidad de formar a los profesionales del sector automovilístico y sirven como punto de partida para el diseño de medidas específicas que protejan al trabajador y fomenten la habilitación de espacios de trabajo seguros.
Antonio López Arquillos, Juan Carlos Rubio Romero, Manuel Suárez Cebador, María del Carmen Pardo Ferreira. “Comparative risk assessment of vehicle maintenance activities: Hybrid, battery electric, and hydrogen fuel cell cars”, International Journal of Industrial Ergonomics, Volume 47, May 2015, Pages 53-60. Disponible en línea: http://dx.doi.org/10.1016/j.ergon.2015.02.005