La investigadora del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha sido investida Doctora Honoris Causa por la Universidad de Málaga en reconocimiento a su dilatada y exitosa trayectoria científica.
La científica e investigadora del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Margarita Salas Falgueras, ha sido investida Doctora Honoris Causa por la Universidad de Málaga en un acto celebrado en la Facultad de Medicina.
La prestigiosa científica asturiana (de madre malagueña) agradeció el nombramiento e hizo un repaso a una trayectoria marcada en sus inicios por Severo Ochoa en Nueva York, y que tras su regreso a España completa cerca de medio siglo dedicado a la ciencia.
En sus 48 años de investigación Salas ha realizado numerosos estudios, trabajos y descubrimientos que han sido cruciales para aplicaciones biotecnológicas y médicas. Una vez en España desarrolló su trabajo en instituciones como el Centro de Investigaciones Biológicas de Madrid o el CSIC, en el que aún continúa su labor como profesora.
En su discurso, la nueva Doctora Honoris Causa resaltó su investigación sobre el ADN de ø29, un bacteriófago –virus que afecta sólo a bacterias- que infecta a la Bacillus subtilis, no patógena pero de mucha utilidad en materia biotecnológica y al que ha dedicado cuarenta y dos años de su carrera. Un trabajo fundamentalmente básico que ha derivado en importantes aplicaciones y que, gracias a la replicación del ADN de ø29, es ahora “un modelo extrapolable a otros virus de interés sanitario y económico”, como el adenovirus humano, el virus de la poliomelitis, el de la encefalomiocarditis o los virus de la hepatitis B y C, entre otros.
Asimismo, Margarita Salas, parafraseando a Severo Ochoa, subrayó que “un país sin investigación es un país sin desarrollo”, por lo que abogó por un mayor impulso de la investigación básica en España, en el que “ya tenemos calidad, señaló, pero hace falta cantidad. Los jóvenes científicos están bien preparados, pero los mejores suelen marcharse al extranjero y su retorno siempre es complicado”.
A este respecto, la rectora, Adelaida de la Calle, se reafirmó en esta idea al aseverar que “hay que hacer que la gente joven se ilusione, que se sienta atraída por la investigación”. “No podemos ser cicateros con la ciencia. Si queremos contar en el mundo, no habrá más remedio que invertir en la investigación”.
Más información: UMA
