Un estudio profundiza en el papel mediador de la movilización política entre la búsqueda de estatus y las conductas de riesgo en adolescentes
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10 julio 2024

Un estudio profundiza en el papel mediador de la movilización política entre la búsqueda de estatus y las conductas de riesgo en adolescentes

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El análisis revela diferencias de sexo, con un efecto mayor en adolescentes y jóvenes varones

Una investigación llevada a cabo en la Universidad de Málaga ha explorado las diferencias de sexo en la relación entre la búsqueda de estatus y las conductas de riesgo en adolescentes, mediadas por la movilización política. El estudio ofrece una nueva perspectiva sobre cómo la movilización política puede influir en el comportamiento de los jóvenes, destacando diferencias de género y proponiendo estrategias para fomentar conductas más seguras y sociales.

El análisis adopta una perspectiva evolutiva de las conductas de riesgo: aunque tradicionalmente un comportamiento arriesgado se ha definido como aquel que genera consecuencias indeseables o peligrosas, bajo este enfoque, la asunción de riesgos puede entenderse como una estrategia adaptativa que permite alcanzar objetivos cruciales de supervivencia y reproducción. Por ejemplo, explorar territorios desconocidos, aunque expone a un individuo a importantes amenazas como la presencia de depredadores o peligros físicos, también puede suponer el acceso a un entorno con importantes recursos como alimentos o cobijo. Por tanto, el enfoque evolutivo entiende las conductas de riesgo como una transacción entre costes y beneficios.

Asimismo, la investigación se sostiene en el marco teórico de los denominados “motivos sociales fundamentales”, que engloba una serie de motivos específicos que fueron clave a la hora de manejar problemas adaptativos en el pasado, donde se incluyen: la autoprotección, la evitación de la enfermedad, la afiliación, la búsqueda de pareja, la conservación de pareja, el cuidado familiar y la búsqueda de estatus, entendida como la búsqueda de prestigio y dominancia, que se destaca como un factor crucial en la conducta de los jóvenes. De hecho, a pesar de los costes relacionados con lesiones e incluso la muerte, muchos jóvenes se implican en altercados violentos con objeto de mantener o aumentar su estatus social, que puede suponer una ventaja en su contexto más próximo de grupo de iguales.

El radicalismo y las conductas de riesgo

En el análisis participaron 482 estudiantes de secundaria, bachiller y formación profesional (270 hombres y 212 mujeres) de tres centros educativos de la provincia de Málaga, con edades comprendidas entre los 14 y 22 años. Los cuestionarios administrados a los estudiantes recogieron datos sobre sus niveles de búsqueda de estatus, activismo, radicalismo y participación en conductas de riesgo.

Para Natalia del Pino Brunet (Dpto. de Psicología Social, Trabajo Social, Antropología Social y Estudios de Asia Oriental), autora principal del artículo: “En general, los resultados muestran que la movilización política interfiere en la relación entre la búsqueda de estatus y las conductas de riesgo en adolescentes y adultos jóvenes, con un efecto mayor en los chicos que en las chicas”. En concreto, el radicalismo actuó como factor de riesgo al promover una mayor participación en conductas de riesgo, mientras que el activismo mostró un efecto protector frente a las conductas de riesgo.

La movilización política interfiere en la relación entre la búsqueda de estatus y las conductas de riesgo en adolescentes y adultos jóvenes, con un efecto mayor en los chicos que en las chicas

Así, estos resultados sugieren que la movilización política tiene un efecto clave en la expresión de estrategias de competición-reproducción en chicos, manifestando dos alternativas: “Una menos arriesgada, relacionada con el activismo, que reduce la asunción de conductas de riesgo, y otra más antisocial, relacionada con el radicalismo, que aumenta la asunción de conductas de riesgo, y que es promovida por la búsqueda de estatus”, comenta Javier Salas, uno de los investigadores que han participado en este estudio, perteneciente al Departamento de Psicología Social, Trabajo Social y Servicios Sociales, y Antropología Social.

En cambio, en el caso de las mujeres, la movilización política tuvo una influencia baja en la expresión de conductas de riesgo, lo cual se relaciona con la tendencia de ellas a manifestar estrategias de competencia de bajo riesgo, algo que, tal y como refleja el estudio, probablemente se deba a limitaciones relacionadas con los cuidados o por las formas de socialización, que tienden a ser más respetuosas con las normas.

Implicaciones y recomendaciones

Los resultados de esta investigación proporcionan una comprensión más profunda de la psicología que subyace al activismo y al radicalismo, y ponen de relieve la importancia de explorar la conexión entre las acciones políticas lícitas e ilícitas.

“El papel protector del activismo frente a la asunción de riesgos sugiere la necesidad de establecer medidas preventivas a través de programas dirigidos a promover la acción pacífica y mitigar o eliminar el radicalismo violento”, señala del Pino Brunet. De igual modo, apunta al papel protector del activismo entre los adolescentes y a la necesidad de que los profesionales que trabajan con este colectivo deberían fomentar conductas prosociales para satisfacer la necesidad de búsqueda de estatus. En este sentido, la investigadora concluye que “los programas de intervención deberían incorporar mecanismos para identificar a los adolescentes potencialmente radicales, teniendo en cuenta su asociación con este tipo de conductas”.

Referencia bibliográfica:

del Pino-Brunet, N., Salas-Rodríguez, J., Hombrados-Mendieta, I., & Gómez-Jacinto, L. (2024). Sex differences in the mediation role of political mobilization between the search for status and risk-taking behaviors in adolescents. Humanities and Social Sciences Communications, 11(1), 1-7. https://doi.org/10.1057/s41599-024-02623-3